En
América Latina, por experiencia histórica reiterada, las fuerzas políticas y
sociales que cuestionan y enfrentan al neoliberalismo y al proceso de
globalización tienen un marcado carácter antiestadounidense.
La heterogeneidad
política de América Latina se ha acentuado, hay países que han impulsado
programas de gobierno con diferentes grados de cuestionamiento al
neoliberalismo, en tanto otros, profundizan su integración dependiente al
sistema capitalista, mediante la apertura económica que facilita la expansión
capitalista a través de acuerdos de libre comercio con Estados Unidos (entre
otros, México, Colombia, Perú y Chile). Los que cuestionan al neoliberalismo
pretenden recuperar el control de sus recursos naturales y de los sectores
estratégicos de la economía (fundamentalmente Bolivia, Venezuela y Ecuador).
En
un espacio intermedio se encuentran los países fundadores del Mercosur, aunque
existen claras diferencias entre, por un lado, Brasil, Uruguay y Paraguay que
aplican un programa económico ortodoxo - similar a los que recomendó y
recomienda el Fondo Monetario Internacional - y, por otro lado, Argentina que
implementa un modelo heterodoxo que le ha dado muy buenos resultados: el
producto creció a 9% promedio en los últimos cinco años y las reservas en
dólares aumentaron sustancialmente.
Es importante dejar establecido que en el ámbito político, con el colapso
absoluto y la caída del comunismo y de las formas estetizantes, el liberalismo
y las democracias se fueron extendiendo rápidamente, esta situación se tradujo
de una manera bastante clara a través del fenómeno de las elecciones
democráticas libres y transparentes, proceso no conocido en esta clase de
estados, y aunque no es la única característica que establece la democracia es
una situación que confiere a los ciudadanos la sensación de que los asuntos
nacionales se conducirán de acuerdo a los intereses mayoritarios del pueblo, lo
cual representaba un cambio sustancial.
La regulación tomando como punto de partida al mercado mundial, no
significa necesariamente desarrollo, ya que en el mercado no hay ninguna
solución por sí sola, es únicamente una situación a partir de la cual se toma
una buena o mala decisión, la cual algunas veces tendrá resultados positivos y
otros negativos.
Como ya hemos dicho anteriormente las políticas a aplicar en los diferentes países son muy importantes en el proceso de globalización, estas se pueden traducir en las negociaciones tendientes a remover las barreras que separan a los estados y la armonización de las prácticas, instituciones y regulaciones nacionales distintas, esta armonización de las regulaciones es muchas veces una consecuencia de las presiones ejercidas por el mercado, aunque también en otros casos lo que hace es promover y acelerar el proceso de globalización. De este modo, las decisiones o acontecimientos que tienen lugar en la economía de un determinado país influyen en la de otro, existe una interdependencia a nivel de macroeconomías, estas decisiones a su vez generan lo que se conoce como externalidades, las cuales algunas veces son cuestionadas por otros estados que tienen mayor influencia, que se sienten capaces de opinar y expresar sus preferencias considerándolas superiores y universales, esto da origen a un proteccionismo ejercido por los estados industrializados, sobre aquellos estados en desarrollo, situación que es muy cuestionada porque considera que hay un exagerado intervencionismo en las políticas nacionales.
Estamos ante un proceso de integración profunda en el
plano de las políticas nacionales, las cuales se desarrollan en diferentes
temas y ámbitos, como por ejemplo la extensión de las reglas internacionales en
el campo del comercio, la inversión, el acceso a los mercados de los
inversionistas internacionales, buscando modificar las políticas nacionales que
puedan tener un trato discriminatorio a los internacionales, buscando un trato
igual para nacionales e internacionales y de este modo eliminar todo aquello
que pueda significar una ventaja competitiva injustificada de alguno de los
agentes, es por esta razón y de acuerdo con el problema que genera el
proteccionismo e intervencionismo del que hablamos anteriormente, que se debe
precisar la extensión y determinar el carácter instrumental con el que se
actuará en este proceso de uniformidad, asimismo, analizar y tomar en cuenta
los costos y beneficios de esta reducción de la diversidad. El presente aspecto
es bastante delicado, ya que se debe considerar donde termina esa ventaja
injustificada para dar paso a una ventaja que probablemente en algunos casos
sea justificada, ya que no se debe olvidar que existen prácticas nacionales que
son consecuencia de preferencias legítimas.
La globalización en América Latina ha causado un gran impacto, el cual ha sido positivo en muchos aspectos, así es como siguiendo la opinión de la Dra. Beatriz Ramacciotti diríamos que, por ejemplo dentro del plano político, en nuestra región, se han terminado casi completamente los regímenes dictatoriales tradicionalmente muy arraigados en nuestras sociedades, dejando el campo al desarrollo de estados democráticos elegidos en elecciones limpias y libres, celebradas de acuerdo con normas constitucionales, el fortalecimiento pues de la democracia es de vital importancia en este proceso. Con respecto a la crisis por la deuda externa en que se encontraban nuestros países, las cosas también han mejorado, se han reestructurado las economías en concordancia con las fuerzas del mercado y la iniciativa privada, además es de resaltar que la liberalización de las economías, ha llevado a una rápida expansión de los acuerdos bilaterales de comercio, la apertura de los mercados ha permitido descubrir los aspectos complementarios de las economías de varias subregiones latinoamericanas. A su vez, los gobiernos se dedicaron a organizarse, a través de acuerdos de libre comercio que han dinamizado el funcionamiento de los ya existentes y que han dado origen a algunos nuevos y muy importantes.
Este gran impacto causado en
América Latina por la globalización ha significado en nuestra opinión una gran
ventaja, ya que ha impulsado políticas destinadas al desarrollo, implica a su
vez grandes retos en materia de ajustes internos y externos a los que los
estados están obligados por el fenómeno. Es un trabajo en el cual los estados
no pueden actuar solos, ya que los procesos internos se acumulan e
interrelacionan con los externos, dando paso a ajustes y cambios en todos los
niveles, sectores económicos y sociales.
En los estados
latinoamericanos se deben desarrollar políticas tendentes a la estabilidad
macroeconómica, a través del desarrollo del sector privado, atracción de
capitales e inversiones nacionales y extranjeras, control de los procesos
inflacionarios, políticas sociales que disminuyan la diferencia que existe
entre pobres y ricos, así como la inequidad en la distribución de los ingresos,
tienen que implementar avances en la productividad y competitividad, sin dejar
de lado programas sociales que compensen a los grupos más desfavorecidos ante
los efectos de los ajustes económicos. No se puede olvidar la necesidad de
consolidar la capacidad de la administración pública al interior de los
estados, tener regulaciones adecuadas para el funcionamiento de las empresas
privadas, la libre competencia y la protección al consumidor, tener un adecuado
y eficaz sector judicial que otorgue ciertas garantías. El desarrollo
tecnológico es de vital importancia y éste tiene su origen en los sistemas
educativos, los cuales se tienen que rediseñar y lograr que lleguen a la mayor
cantidad de gente.
Debe darse una modernización
de los sistemas financieros, con la finalidad que alcance el mayor grado de
eficiencia posible, esto permitirá aprovechar mejor todas las oportunidades que
la globalización trae consigo.
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